sábado, 17 de junio de 2017

Sentinel Rider

Una de las características más conocidas del Centinela es la posibilidad de enmarcar sus historias en Otros Mundos. Hemos visto, gracias a esta mecánica editorial, a Brian Wayland convertido en un alto cargo de la URSS, a Goldfield vistiendo una armadura medieval, o incluso una historia de vampiros en plena Guerra Civil norteamericana. Y la que tienes entre manos es una más de esas historias llamadas “Otros Mundos” que tanto éxito tienen en ventas. ¿Qué sucedería si el Centinela no fuera una persona, sino un vehículo altamente sofisticado?

Esta historia surgió tras el éxito en televisión de una serie con un argumento homónimo. Tras aquello, la editorial del Centinela y la productora de la serie establecieron contactos para lanzar un número especial que quedaría englobado en la colección de “Otros Mundos”. Alejándose del canon mostrado en las colecciones habituales, aquí Brian Wayland no encarna al protector de Betlam, sino que ha quedado reconvertido en una suerte de inventor millonario que perdió a su mujer y sus hijos a manos de un ataque terrorista. Aquel suceso traumático le impulsó a crear, junto al genio inventor Leonard Szilard y Fedora, la hija adoptiva de éste, un vehículo de asalto pensado para combatir el crimen. Pero Wayland necesitaba una parte esencial para llevar a cabo su plan, una persona que se pusiera a los mandos de ese vehículo y se convirtiera en el protector de Betlam. El elegido para ello fue Norman Hills, un criminal convicto con una oportunidad de redención.

Como el lector se habrá podido percatar, la historia de Sentinel Rider guarda similitudes con la original del Centinela pero es lo suficientemente diferente como para tener identidad propia. En esta, además, se han incluído personajes muy conocidos del lector actual para facilitar su lectura y evitar que surjan dudas sobre la identidad de los mismos.

Te invito ahora a que descubras qué hay tras la historia de Sentinel Rider. A que circules por Betlam en un vehículo único. 

La ciudad te necesita, Centinela.


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