miércoles, 10 de octubre de 2012

Crossroads. Sentinel. (cap. 15)


El ruido del motor tapaba la música que Moreno había puesto en la radio, le gustaba conducir con ella de fondo a pesar de que, muchas veces, ni siquiera le prestaba atención. Normalmente encendía y dejaba una emisora que tenía un gran repertorio de música de los ochenta; le encantaba ese tipo de música y de una forma inconsciente le relajaba muchísimo. El volantazo que dio hizo que su compañero tuviera que agarrarse a la sujección que tenía sobre su cabeza, junto a la ventanilla.

— Elisa, de verdad, tengo más miedo de que tengamos un accidente a que nos peguen un tiro ahí fuera.

Sin apartar la vista de la carretera Moreno lanzó un bufido de desprecio a su compañero, el sargento de policía William McTaggart (o Bill como siempre insiste que le llamen); éste conocía muy bien a Elisa y sabía que aquel comentario la tendría de mal humor durante un rato pero no se lo tendría en cuenta. Era una mujer de armas tomar, apenas hacía cinco meses que la conocía pero tenía depositada toda su confianza en ella, no pudo evitar sonreir al mirarla; allí estaba ella, con el ceño fruncido, sujetando con fuerza el volante y maldiciendo por culpa de la persecución en la que se encontraban. En la radio mientras tanto se escuchaba una balada de los Guns & Roses, Bill se aferró a la sujección del coche y se dejó llevar por la música.

Perseguían a un 4x4 de color azul que al parecer hacía un par de horas se había visto involucrado en un atraco a una sucursal bancaria en el East Side, la alarma del banco había sonado hacía cinco horas pero un grupo de policías mantenía a los atracadores en el interior del banco; luego, según el informe que le llegó a Moreno, la cosa se descontroló, al parecer alguien llevaba armamento pesado y había hecho trizas a los agentes. El coche de Moreno aceleró y se puso a la altura del 4x4, Bill por la ventanilla apenas distinguía el interior del vehículo a la fuga puesto que las ventanillas de atrás estaban tintadas y reflejaban la imagen de la ciudad a toda velocidad; en el volante sin embargo distinguió a un hombre oriental con la mirada perdida, aquello le llamó la atención. No parecía reconocer que estaban a su lado, conducía de forma automática, ¿qué pasaba?

Moreno giró el volante y el coche impactó en el lateral izquierdo del 4x4, aquel choque devolvió a Bill de sus ensimismaciones; la persecución seguía pero Moreno no dejaba de acosar al vehículo, de pronto el 4x4 giró hacia la derecha en una calle y la detective tuvo que tirar del freno de mano y controlar el coche para dar un giro completo y tomar la dirección por la que huía el 4x4. Aquella calle no era la gran avenida por la que habían circulado hacía unos segundos, aquella era una calle mucho más estrecha con coches aparcados a ambos lados y casas de dos pisos en cada acera; en algún momento la gente tuvo que apartarse de un salto para evitar ser atropelladas.

— Elisa por Dios, ¡pide esos malditos refuerzos!
— Bill, hazme un favor y cállate.

El 4x4 giró en otra calle, apenas 5 segundos después Moreno entraba con el coche en esa misma vía y frenaba de golpe. Frente a ellos estaba estrellado el vehículo contra una furgoneta que estaba aparcada y el conductor del 4x4 había salido volando por el parabrisas y estaba tirado en el suelo, presumiblemente muerto. No había ni rastro del resto de ocupantes del vehículo, si es que había alguno puesto que ni Moreno ni Bill habían visto el interior del coche durante la persecución.

No hay comentarios:

Publicar un comentario